La Serie va a ser pésima, asumámoslo entonces: es lo que hay.


La Serie Nacional acaba de dar su primeros pasos en su versión del 2016 y ya comenzaron los gritos de auxilio, desespero, crítica y desaliento, cuando nadie puede sorprenderse con lo que está por venir, sino por el contrario debemos adaptarnos a la idea, de que la Serie como se ve es la que hay, mientras no abramos las puertas al profesionalismo como debe ser.

A ver, empecemos desde el final, por incongruente que suene:

La Serie va a estar llena de errores a la defensa.

La Serie va a sufrir entre 50 y 100 bajas de peloteros que se marchan o están por hacerlo.

La Serie va repletarse de bases por bolas.

La Serie va a andar por sus dos rondas sin casi ningún lanzador de 90 millas.

La Serie va a tener peloteros de 120 libras dando jonrones enormes frente a pitchers de 90 libras.

La Serie va a tener veteranos jugando porque no pueden hacerse otra cosa (el retiro es un chiste en Cuba).

La Serie va a contar con managers que mueven sus hilos de manera inexplicablemente absurda.

La Serie va a ser la misma novela de siempre, con peores actores y sus paradojas eternas.

Esto y más, es lo que promete la temporada de beisbol cubano, con su Comisión poniendo leyes que cambian en una semana, Comisión que sanciona a algunos peloteros por toda una temporada por tirar un casco al terreno y por solo dos juegos a otros beisbolistas que proyectan un bate con toda intención hacia las gradas y Comisión que dirá: “Esta campaña ha sido un éxito…miren el lleno de los estadios en la Postemporada…se cumplieron los objetivos técnico tácticos y bla, bla, bla”

Pero ninguno de nosotros es tonto, ninguno de nosotros puede sorprenderse, así que ninguno de nosotros (fanáticos, aprendices y experimentados) deberíamos perder tiempo en seguir hablando de lo que ya es un hecho,

Asumamos lo que hay, esto es lo que tenemos hoy y va a pasar algún tiempo antes que mejore.

Años de mal trabajo, de hacer caso omiso a todas las señales que nos auguraban lo que es una realidad, décadas bajo la tutela de una comisión títere que jamás se ocupó del deportes (y si de cumplir órdenes) y de beisbol enclaustrado en su propia causa y competencia, no pueden ser cambiados de la noche a la mañana, de hecho no van a cambiar hasta que el profesionalismo se pasee por el deporte cubano.

Entonces es hora que todos los que confunden periodismo con literatura, embargo con bloqueo, análisis con burla y pasión con odio se enfoquen en ver quiénes de esta nueva camada de atletas que ahora juegan en la Serie Nacional son verdaderos talentos, en ver la historia de manera crítica y real, y en conseguir que no se vaya a la m….. el recuperado Salón de la Fama.

La Serie va a ser un desastre en casi todas sus categorías y eso no es noticia, tenemos que proyectarnos en como imponer una asociación de peloteros pues ellos merecen ser oídos’; como lograr que se aclare y/o se establezca representación individual de nuestros atletas (las firmas internacionales están al dispararse a la vuelta de la esquina ) y como vamos a formar nuestros próximos equipos Cuba, pues con lo que queda en la isla todas las competencias van a parecer el Clásico Mundial…y con el mono amarrado.

Hay mucho trabajo por hacer y grandes metas que proponernos, para seguir empantanados quejándonos de la inexistente calidad de la Serie Nacional de beisbol.

Entonces mi propuesta es simple:

Dejemos a un lado eso de la “pelota cubana no sirve” pues somos una maquinaria de producir talento y lo que no sirve es la Serie Nacional y quienes la dirigen (si la pelota cubana no sirviera nuestro niños, sub 15 y sub 18 no lograrían ni la mitad de los resultados que tienen, que de hecho nos van a ayudar en el ranking de la IBAF, pues no podemos contar con el equipo de mayores para eso).

El espectáculo de la Serie va a estar mediocre, pero pensemos con optimismo, asumiendo que ya se tocó el fondo y que no es posible que sea peor, pues peor sería cancelar la temporada por falta de atletas y eso significaría que todos ellos andarían en otras muchas ligas del mundo lo que habla bien de nuestros peloteros, por lo tanto, peor es imposible.

Apreciemos a nuestros atletas, donde quiera que ellos jueguen y acompañémosles con orgullo, pues todos nos representan.

Así que pueden escoger irse con aquello de “nuestro vino es amargo…” pero no pierdan el sueño, pues les recuerdo que “como el sol se pone, sale”

Sin más por ahora,

Daniel de Malas Andreu


Comentarios

  1. Hola, solo escribo para decir que soy fans a los comentarios del autor de este articulo, quisiera poder realizar contacto con el, tengo una propuesta que hacerle...saludos.
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    saludos

    ResponderBorrar

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